América Latina, más urbanizada y más desigual


Favela de Paraisópolis, en São Paulo, Brasil
La ONU advierte que la expansión urbana en un patrón insostenible está aumentando la desigualdad.
América Latina es la región más urbanizada del mundo y aunque eso ha mejorado las oportunidades económicas, al mismo tiempo es la zona más desigual del planeta, de acuerdo con un estudio del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat)
El informe, titulado "Estado de las Ciudades de América Latina y el Caribe", publicado este martes, dice que la transición urbana en la región ha sido rápida y ha dado trabajo y mejores condiciones de vida a mucha gente, pero a un costo social, económico y ambiental demasiado alto.
Casi el 80% de la población de la región, es decir unas 468 millones de personas, viven en áreas urbanas, tras un largo proceso de éxodo de las zonas rurales que ahora parece estar disminuyendo, de acuerdo con la investigación.
Las ciudades latinoamericanas han evolucionado caóticamente, generando la proliferación de barrios pobres y cinturones de miseria que conviven en una suerte de segregación y profunda desigualdad.
Y el mayor problema, según la ONU, es que no se está trabajando para minimizar el problema, que seguirá aumentando en la medida que las ciudades se expandan, sobre todo en sus zonas marginales.

Urbanización y desigualdad

Asunto de equidad

vista de Caracas
Los menos desiguales
  • Venezuela
  • Uruguay
  • Perú
Los más desiguales
  • Colombia
  • Guatemala
  • República Dominicana
Fuente: CEPALSTATS. Agosto 2011
Aunque más de dos tercios de la riqueza que se genera en América Latina procede de las ciudades, una de cada cuatro personas en áreas urbanas es pobre, indica el informe.
Se estima que unos 111 millones de personas viven en barrios marginales, lo que contribuye con los altos índices de desigualdad, violencia e inseguridad que padecen las urbes regionales.
Pero Alain Grimard, director regional de ONU-Habitat para América Latina y el Caribe, explicó a la BBC que la urbanización no tiene necesariamente una relación directamente proporcional con la desigualdad.
"Podemos constatar que hay desigualdad, pero no es un fenómeno típicamente urbano".
En los últimos 60 años, las ciudades crecieron aceleradamente en toda la región. Para Grimard, "lo más negativo es que el espacio físico crece más rápidamente que la población, con lo cual disminuye la densidad de las ciudades".
Eso hace que los costos de la infraestructura y la prestación de servicios se encarezca, incluso los gastos en los que debe incurrir la administración pública para el gobierno de la ciudad.
Una de las soluciones que propone el estudio es un mayor desarrollo de la vivienda vertical o "densificar las ciudades".
"Densificar ciudades significa tomar menos espacios en áreas de producción agrícola y gastos más bajos de los poderes públicos", afirma Grimardi.

Producción y medio ambiente

Urbanización: un problema creciente

Déficit de viviendas en A. Latina
  • 1990: 38 millones unidades
  • 2011: 42 a 51 millones de unidades
Habitantes en zonas marginales
  • 1990: 106 millones (33% de la población)
  • 2011: 111 millones (24%)
Fuente: Informe ONU-Habitat
Una de las consecuencias más graves de la expansión urbana es que va en detrimento de las zonas rurales, que es donde se producen los alimentos.
Sin embargo, para ONU-Habitat, el fenómeno urbano es positivo.
"Pensamos que la densificación es algo ecológicamente más efectivo y económico. (Es positivo) que la gente viva en pueblos pequeños y no se ocupen tantos terrenos", añade Grimard.
Otra de las recomendaciones del estudio es acelerar las reformas urbanas, "principalmente a nivel del marco institucional y legal y a través de políticas públicas que privilegien la lucha contra la pobreza".
Las soluciones se deben coordinar desde los gobiernos nacionales, aunque las administraciones locales también son capaces de generar empleos y acometer obras de alto impacto social.
"Las municipalidades tienen un poder muy importante sobre la economía verde", dice Grimard.
"Por ejemplo, a través de procesos de licitación para obras públicas, en los que pueden obligar a las empresas a respetar normas de construcción que pueden influir sobre el medio ambiente".

El problema del transporte

Uno de los problemas generados por las grandes urbes latinoamericanas es el desorden vial y sus consecuencias ecológicas.
De hecho, uno de los capítulos del estudio de la ONU aborda el tema de la movilidad, uno de los grandes desafíos de la región.
"Hay que destacar la creación en los últimos 15 ó 20 años en la región de nuevas formas urbanas. Hablamos del proceso de conurbación, un fenómeno que nos parece más importante en América Latina que en otros continentes. Es un problema de gobernabilidad y un desafío, al igual que el fenómeno del corredor urbano, que puede ser una oportunidad económica, pero requiere nuevos mecanismos de gestión"
Alain Grimard, director regional de ONU-Habitat para América Latina y el Caribe
"Lo que hemos visto en los últimos 15 años es que la tasa de motorización ha subido a un ritmo desorbitante", afirma Grimard.
"Para 2008, el 20% de la población adulta tenía vehículo. Hay que cambiar eso, aumentando la oferta de transporte público, porque no es sostenible a nivel económico tampoco, construir nuevas calles ".
"En la región hay un mayor índice de peatones, ciclistas y usuarios del transporte colectivo que en otros continentes, pero esta proporción no se refleja en el diseño de las calles y espacios públicos", expresa Grimard.
El mandato de ONU-Habitat es trabajar con cada gobierno de la región para aplicar las recomendaciones del estudio, "pero desafortunadamente somos una pequeña agencia con recursos humanos, no financieros", señala.
Pese a esas limitaciones, Grimard explica que la idea de su oficina es crear un reporte de este tipo sobre el estado de la urbanización latinoamericana al menos cada tres años.

CUIDEMOS EL ECOSISTEMA:CIENTIFICOS PREDICEN "MEGASEQUIA"

           El futuro del planeta: 100 años de "mega-sequía"


Las 'megasequías' pueden convertirse en un fenómeno común en los próximos cien años. Esta alarmante predicción fue hecha por investigadores estadounidenses de la Universidad Estatal de Oregón.
  
Durante la sequía que se inició a principios del siglo los bosques se secaron, las cuencas hidrográficas se quedaron sin recursos, la productividad agrícola se redujo y el secuestro de carbono —la captura natural de carbono en la atmósfera— disminuyó a la mitad en todo el oeste de Estados Unidos, Canadá y México.

"Eso es un enorme descenso", dijo la investigadora Beverly Law, de la Universidad Estatal de Oregón citada por la revista 'Nature Geoscience'. "Y si las emisiones mundiales de carbono no bajan, el futuro será aún peor", agregó.

Estas condiciones podrían tener graves consecuencias ambientales, advierten los investigadores. Los pronósticos de precipitaciones bajas y la sequía más extrema significan que el sumidero de carbono podría desaparecer, lo que podría aumentar el calentamiento global y dañar los ecosistemas.

"Se prevé que las áreas que ya están secas se sequen aún más", dijo Law en un comunicado. "Esperamos más extremos. Y son estos periodos extremos los que realmente pueden causar daños a los ecosistemas, conducir a la desaparición de bosques inducida por el clima y pueden convertir algunas áreas en matorrales
o pastizales".

GRAVES AMENAZAS PARA EL PLANETA Y PARA LA HUMANIDAD.

Los científicos piden consumir menos para salvar al planeta

Los científicos pidieron un cambio urgente

en los patrones de consumo en los países 

de mayores ingresos.
Más de 100 academias de ciencia alrededor del mundo instaron a los líderes políticos a actuar ante lo que consideran graves amenazas para el planeta y para la humanidad: el aumento de población y los patrones no sostenibles de consumo.

El llamado fue dado a conocer a pocos días de la conferencia Rio + 20, la cumbre sobre desarrollo sostenible que se celebrará en Rio de Janeiro la semana entrante. El debate del documento final ya ha comenzado pero los delegados de alto nivel, incluyendo más de 100 jefes de estado, se reunirán a partir del próximo miércoles.

Contenido relacionadoPIB: las "perversiones" del principal indicador económico
Las inquietantes predicciones para 2030

Somos 7.000 millones, ¿cuáles son los desafíos?

La falta de acción pondrá en peligro a las generaciones futuras, según el documento firmado por la red global de academias de ciencia, IAP por sus siglas en inglés.

"Si no se toman medidas esto nos conducirá a futuros alternativos con implicaciones potencialmente catastróficas para el bienestar de la humanidad", señalan los científicos.

La declaración de los científicos es notable no sólo porque une a expertos de países industrializados y naciones en desarrollo en un tema que causó divisiones en el pasado.

El llamado también deja en evidencia un protagonismo creciente de la comunidad científica en la búsqueda de soluciones políticas y económicas a la crisis ambiental.

"Los problemas que enfrentamos actualmente son urgentes. El crecimiento de población, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático nos preocupan profundamente y las academias tienen un rol fundamental en asegurar que los políticos tomen decisiones informadas sobre cómo actuar ante estos problemas"

Charles Godray, Universidad de OxfordEntre los signatarios del documento está la Academia de Ciencias británica, la Royal Society, una de las más antiguas del mundo.

"El papel de academias como la Royal Society siempre ha sido proveer a los tomadores de decisiones del mejor asesoramiento científico", dijo a BBC Mundo el profesor Charles Godray, de la Universidad de Oxford, quien presidió el proceso de redacción del documento.

"Pero los problemas que enfrentamos actualmente son urgentes. El crecimiento de población, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático nos preocupan profundamente y las academias tienen un rol fundamental en asegurar que los políticos tomen decisiones informadas sobre cómo actuar ante estos problemas".

"Niveles absurdos de consumo"

La población mundial podría situarse entre

8.000 y 11.000 millones de personas para

2050. 
Los científicos señalan en su llamado que "la población global es actualmente cercana a los siete mil millones y la mayoría de las proyecciones sugieren que llegará a entre ocho y once mil millones para 2050".

"Al mismo tiempo, 1.300 millones de personas siguen viviendo en la pobreza absoluta, sin poder satisfacer ni siquiera sus necesidades más básicas".

Las academias señalan que los patrones actuales de consumo, especialmente en los países de ingresos altos, están erosionando los recursos del planeta a un ritmo que amenaza seriamente los intereses de las generaciones futuras.

Otros científicos de peso también instaron este año a acciones políticas y a cambios en el modelo económico.

En un texto escrito especialmente para BBC Mundo con motivo del cruce del hito de siete mil millones en la población mundial, el biólogo y naturalista estadounidense Edward Wilson, curador emérito del Museo de Historia Natural de Harvard, señaló:

"Estoy particularmente preocupado por lo que estamos haciendo al resto de la vida. Estamos destruyendo la diversidad biológica, que consiste en los ecosistemas y las especies que viven en ellos".

"No podemos esperar que los países en desarrollo creen programas sostenibles cuando en el presente los más ricos tienen niveles absurdos de consumo".

Cambios en el modelo económico

Se espera que más de 130 mandatarios

asistan a la cumbre en Rio + 20. 
Recientemente 20 ganadores del prestigioso galardón Blue Planet, el Nobel de medio ambiente, hicieron una propuesta a la ONU para que se abandone el Producto Interno Bruto, PIB, como indicador principal de desempeño económico.

Uno de los firmantes fue José Goldemberg, ex ministro de medio ambiente de Brasil quien presidió la Cumbre de la Tierra en Rio hace 20 años y es actualmente profesor de la Universidad de Sao Paulo.

"El PIB es un indicador perverso del bienestar social, una medida puramente económica de la cantidad de transacciones financieras que no distingue si la actividad económica es para bien o para mal", dijo Goldemberg a BBC Mundo.

Si se corta todo el bosque en un país el PIB sería alto ese año, por ejemplo, por las operaciones de corte, pero a largo plazo el país se habrá empobrecido por la pérdida de uno de sus principales recursos.

La creciente visibilidad de los científicos está reflejada también en sus crecientes contactos con la prensa, un factor crucial reconocido por la Royal Society que impulsa un programa para entrenar a los investigadores en materia de comunicación y asegurar que su mensaje sea transmitido en forma clara y efectiva.

"La responsabilidad de Occidente como un todo surge de que a pesar de tener un cuarto de la población mundial, consume la mitad de toda la energía y los recursos naturales del planeta"

José GoldembergEl involucramiento de los científicos con la política no es nuevo, como dejan en evidencia las advertencias sobre el riesgo de las armas nucleares en el pasado o instituciones como laUnion of Concerned Scientists ("Asociación de Científicos Preocupados") en Estados Unidos.

Pero como señala el documento lanzado por las academias de ciencia, el desafío actual no tiene precedentes en la historia de la humanidad, y "la combinación de patrones de consumo, especialmente en países de alto ingreso y el número de personas en el planeta, está afectando directamente la capacidad de la Tierra para sostener la biodiversidad" de la que todos dependemos.

De cara a la cumbre Rio + 20, Goldemberg insistió a BBC Mundo en la necesidad de un cambio en los patrones de consumo, especialmente en los países industrializados.

"Los combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural representan casi el 90% de toda la energía que consumen los países de Occidente para mantener sus patrones de consumo".

"La responsabilidad de Occidente como un todo surge de que a pesar de tener un cuarto de la población mundial, consume la mitad de toda la energía y los recursos naturales del planeta".

EL ZORZAL, AVE MIGRATORIA NORTEAMERICANA QUE EN INVIERNO TOMA RUMBO A LAS ISLAS DEL CARIBE Y NOS DELEITA CON SU CANTICO MATINAL Y VESPERTINO.


Una reserva para el zorzal migratorio

Quita Espuela, provincia Duarte

El zorzal migratorio o zorzal de Bicknell, ave cantora que anida en bosques coníferos del noreste de Norteamérica, pasa el invierno en las islas del Caribe, donde permanece entre seis y siete meses. Uno de los puntos donde inverna en República Dominicana son las montañas de la zona este de la cordillera Septentrional, al nordeste de la provincia Duarte, entre cuyas cimas se encuentra la loma Quita Espuela.

Debido a que su hábitat en Estados Unidos y Canadá es muy restringido y en el Caribe es amenazado por la deforestación y el crecimiento poblacional, esta ave se encuentra en estado vulnerable (se estima que apenas quedan unos 100,000 ejemplares).

Por este motivo, por su importancia para la biodiversidad y a que casi el 90 por ciento de la población del zorzal migratorio inverna en territorio dominicano, fue iniciado un proyecto de conservación que involucra a los sectores público y privado y a organizaciones sin fines de lucro.

El proyecto se llama “Dos mundos: un ave” y fue presentado en la loma Quita Espuela el pasado martes, Día Mundial del Medio Ambiente, por representantes del Ministerio de Medio Ambiente, laFundación Loma Quita Espuela (FLQE), el Consorcio Ambiental Dominicano y la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (Renaepa).

Jesús Moreno, presidente de FLQE, dijo que abarcará un área de 7,000 tareas y se convertirá en la primera reserva privada del país. La mitad de estas tierras se dedicará a la preservación de la biodiversidad y el resto al cultivo del cacao y de macadamia, a la producción de miel y a actividades ecoturísticas, explicó Moreno.

Con la creación de la Reserva Privada El Zorzal, aumentará en un 10 por ciento (unas 1,033 hectáreas) el área protegida comprendida entre las reservas científicas Loma Quita Espuela (provincia Duarte) y Loma Guaconejo (provincia María Trinidad Sánchez).

Un atractivo

El zorzal es un indicador de la calidad de los ecosistemas de montaña y por eso amerita protección, indicó Sésar Rodríguez, director ejecutivo del Consorcio Ambiental Dominicano, al presentar el programa de conservación.

Rodríguez expresó que con este proyecto pretenden que, así como ocurre con las ballenas jorobadas, “venga gente del mundo entero a ver el zorzal migratorio a República Dominicana”.

El proyecto también contempla crear mecanismos de conservación, entre ellos el pago por servicios ambientales, recuperar el hábitat degradado, continuar con el desarrollo de programas de guardaparques para guías comunitarios y promover la educación en torno a la conservación de los hábitats.

Pequeña ave migratoria

- El nombre científico del zorzal migratorio o zorzal de Bicknell es Catharus bicknelli. Esta ave migratoria pertenece la familia Turdidae y llega a medir de 16 a 18 centímetros. Su peso oscila entre los 25 y 30 gramos.

El zorzal viene en invierno al Caribe para alimentarse.

- Prefiere los bosques latifoliados, en altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 2,000 metros. Sésar Rodríguez dice que, según estudios, debido a la fragmentación de su hábitat la población desciende a un ritmo acelerado de aproximadamente un 5 por ciento al año.

- Se prefirió el área de Quita Espuela y Guaconejo para el proyecto de conservación porque se estima que esta es la zona preferida por las hembras, presentándose una relación de cuatro hembras por un macho.

- La Reserva Científica Loma Quita Espuela tiene una superficie de 72.5 kilómetros cuadrados y la Guaconejo 23.4 kilómetros cuadrados. La zona es de gran importancia hídrica para el país.

Una loma llamada Cachote

Yalo para Bureo

Hay lugares que enamoran incluso al más apático de los viajeros. Cachote, por ejemplo. A unos 1,200 metros sobre el nivel del mar, en la reserva ecológica Padre Miguel Fuerte, el pueblito se encuentra más o menos en el centro (algo al sureste) de la provincia de Barahona, a 15 kilómetros de La Ciénaga y a 25 de Paraíso.

Aquí, en medio del bosque húmedo, viven unas 30 familias. Una pequeña cooperativa local administra un centro ecoturístico que ofrece estadía en cabañas ecológicas, acampadas, caminatas por senderos temáticos, contemplación de aves, paseos en vehículo todo terreno y excursiones a nacimientos de ríos. Nada extraño para los experimentados viajeros que ya han recorrido buena parte del país. Pero, ay, no hay forma de llegar hasta Cachote y no quedar prendado de la loma y de su gente.

A medida que el vehículo se adentra en esa zona del Bahoruco Oriental, llegan a la mente imágenes de la comunidad de los hobbits, del Señor de los Anillos. Una espera que, de un momento a otro, salten de repente pequeños elfos o gnomos al centro del camino blanco y empedrado y nos impidan pasar, muertos de risa, a menos que les paguemos un peaje por dejarnos disfrutar de sus tesoros naturales.

La culpa es del verde: el de las laderas suaves de las primeras colinas, el de los helechos gigantes que franquean los senderos, el de los pinos que crecen altísimos, el de esos árboles cargados de guajaca cuyos nombres nunca llegan a tiempo. Es como si el verde se pudiera respirar. En serio.

¿Y las flores silvestres? ¡Un deleite para los fotógrafos, como toda la zona! Las hay de todos los colores y de todas las formas. Y está el centro, con sus cabañas de madera oscura y modesto inmobiliario; el enorme comedor pegado a la cocina de la que salen criollos olores y el patio salpicado de rosas, bromelias, crotos y caprichos.

Como la noche suele adelantarse y a la temperatura le da por registrar entre 7 y 10 grados Celsius en las madrugadas, es casi obligatorio tomar jengibre alrededor de una fogata y reír con los cuentos del grupo. La estampa queda registrada en la memoria: las luces del fuego, el crispar de los troncos al quemarse, el rumor de las risas. Tampoco es posible olvidar el recuerdo del frío nocturno que taladrael cuerpo envuelto en mantas, ni el concierto sinfónico que aves, grillos y sapos regalan al visitante.

Si prefiere la soledad, reflexionar, embobarse con la naturaleza, caminar horas muertas entre matorrales o posar los ojos en las ramas de los árboles hasta que asomen los colores de unas 30 especies de aves, ¡bienvenido al paraíso!

Luego llegue hasta el pueblito, comparta con su gente y conozca a Francisco Asmar, su fundador. Pregúntele por qué la loma se llama así y por qué decidió mudarse a este lugar hace ya 60 años. Y entonces entenderá por qué decimos que es imposible no enamorarse de esa loma llamada Cachote.
Publicado por Yalo  

Naturaleza, capitalismo y desarrollo depredador

Andrés Mora Ramírez

En el desafío de pensar y proponer un desarrollo alternativo, o mejor aún, “alternativas al desarrollo”, necesariamente debemos apuntar a la construcción de una sociedad y una cultura nuevas, sobre la base de principios y acuerdos sociales que superen el carácter depredador intrínseco al capitalismo y las utopías modernas: esas que vieron en el dominio y sometimiento de la naturaleza a la voluntad del hombre occidental, el trofeo de caza de la superioridad humana en el planeta.

Daniel Janzen, científico estadounidense afincado en nuestro país desde hace casi medio siglo, lanzó una severa advertencia sobre el rumbo equivocado de las políticas públicas y las estrategias de conservación del medio ambiente. En una entrevista publicada por el diario La Nación, el ecólogo afirmó que “en la última década, Costa Rica ha perdido mucho de su iniciativa y energía para la conservación, que era muy evidente entre 1970-2000”. Según Janzen, “la descomposición de la voluntad costarricense es una tragedia casi invisible a su sociedad, en gran parte ciega a lo que es la naturaleza, ciega a lo que tenía y tiene todavía el país (…). La naturaleza de Costa Rica está como decimos en Gringolandia, muriendo de miles de pequeñas heridas en vez de una sola bomba”. En su opinión, una de las causas que explican el deterioro de las áreas silvestres de conservación es que no reciben, para su mantenimiento y resguardo, “la proporción justa de las ganancias que generan al país en bienes y servicios” (La Nación, 15-05-2012).

Aunque no lo dice abiertamente, ni la periodista lo preguntó en su entrevista, de las palabras del científico se deduce una doble crítica: una, la que se dirige contra un modelo de (mal) desarrollo que impacta al medio ambiente, usufructúa de los recursos naturales y que, por su propia lógica de acumulación, distribuye de forma desigual la riqueza generada –por la vía del turismo, fundamentalmente-, concentrándola en los sectores y grupos más poderosos de la economía nacional. La otra crítica es la que apunta a la dimensión cultural de ese modelo de (mal) desarrollo, es decir, cómo los valores que lo sustentan y se reproducen desde el sistema educativo, los medios de comunicación y el mundo del trabajo, por citar tres espacios decisivos del campo cultural, transforman la mentalidad colectiva, las aspiraciones individuales y modifican la dinámica de las relaciones entre naturaleza y sociedad, al punto de provocar la descomposición de la voluntad de una nación.

Por supuesto, este no es un problema que afecte sólo a Costa Rica, país que se precia de ser un paraíso verde sin ingredientes artificiales, sino que se trata de un fenómeno de alcance global. Los resultados del informe Planeta Vivo 2012, del Fondo Mundial para la Naturaleza, divulgados recientemente, demuestran el carácter depredador del desarrollo moderno-capitalista, en tanto forma específica de organización de los factores de producción, y como expresión y aspiración ideológica dominante en los procesos de cambio social, económico y cultural que experimentamos en las últimas décadas.

De acuerdo con este informe, “la biodiversidad mundial se ha reducido en un 30% en promedio desde 1970 a 2008 y el impacto mayor se ha sufrido en los trópicos, donde la pérdida de biodiversidad llegó a un 60%”. Además, al relacionar el impacto de la actividad económica nacional sobre el medio ambiente y los recursos utilizados en productos importados, los autores del estudio determinaron que “los países ricos tienen de media cinco veces más impacto que los menos desarrollados, pero el mayor declive en biodiversidad lo sufren los países más pobres, que subsidian el estilo de vida de los países ricos” (BBC Mundo, 15-05-2012).

Analizados desde América Latina, estos datos y realidades deberían llevarnos a considerar dos cosas: la primera, que la historia del “progreso” y el “desarrollo” en esta parte del mundo a partir del siglo XVI, con toda su carga de explotación humana y genocidio, y de permanente depredación y degradación ambiental, es también la historia de unos territorios y unos pueblos que, como explica el historiador ambiental panameño Guillermo Castro [1], fueron incorporados muy pronto a las necesidades del desarrollo del capitalismo noratlántico, lo que provocó severas modificaciones del paisaje natural, producto de las demandas económicas del sistema mundo, e introdujo nuevos sentidos culturales que orientaron las relaciones naturaleza-sociedad precisamente en función de aquellas demandas.

Siendo esto así, y dado que la impronta de esa historia sigue vigente en nuestros días, la segunda cuestión a considerar es que en el desafío de pensar y proponer un desarrollo alternativo, o mejor aún, alternativas al desarrollo, necesariamente debemos buscar puntos y caminos de ruptura con el lastre negativo, pernicioso, de ese pasado que nos marca, y al mismo tiempo, apuntar a la construcción de una sociedad y una cultura nuevas, sobre la base de principios y acuerdos sociales que superen el carácter depredador intrínseco al capitalismo y las utopías modernas: esas que vieron en el dominio y sometimiento de la naturaleza a la voluntad del hombre occidental, el trofeo de caza de la superioridad humana en el planeta.

De lo contrario, si profundizamos el actual rumbo del desarrollo, entendido como proceso de acumulación sin fin, exacerbado además por la pulsión del consumo (hoy sabemos que, en promedio, los seres humanos utilizamos más del 50% de los recursos que la Tierra puede generar y regenerar en forma natural y sostenible), nos aproximaremos cada vez más a la imagen con que Franz Hinkelammert ilustraba, hace algunos años, la dramática situación de la especie humana: la de los competidores que “están sentados cada uno sobre la rama de un árbol, cortándola. El más eficiente será aquel que logre cortar la rama sobre la cual se halla sentado con más rapidez” [2].

Enfrentamos un tiempo de decisiones que nos coloca en una disyuntiva trascendental: optar por un cambio civilizatorio para garantizar la continuidad de la vida humana en el planeta o cavar la tumba de nuestra autodestrucción.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica – Con Nuestra América -http://connuestraamerica.blogspot.com.ar

Notas:

[1] Al respecto véase: Castro Herrera, Guillermo (1994). Los trabajos de ajuste y combate. Naturaleza y sociedad en la historia de América Latina. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura – Casa de las Américas (Cuba).

[2] Hinkelammert, Franz (2003). El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. Heredia, C.R:

Resolución Final 1ª jornada internacional de agroecología y soberanía alimentaria: “porque la producción tiene rostro de mujer” 23/04/12


Comentar este artículo CompartirShare on facebookShare on twitterShare on emailShare on favoritesShare on print| More Sharing ServicesMás 

La crisis estructural y la lógica de devastación del sistema capitalista, pone en riesgo la sobrevivencia de la naturaleza y de la humanidad en su conjunto y genera un sin fin de conflictos sociales, políticos, económicos, culturales, climáticos y la crisis alimentaria que la sufre todo el globo terráqueo. El capitalismo es el principal enemigo de la soberanía alimentaria de nuestras naciones. Las comunidades campesino-indígenas constituyen, desde la óptica capitalista, el mayor peligro para su plan de saqueo y mercantilización de nuestra madre tierra. 

Las distintas delegaciones de Bolivia, Uruguay, Brasil, Argentina, Cuba, Estados Unidos, España, Inglaterra reunidas el 11 y 12 de abril de 2012 en la comunidad de Chulumani del Cantón de Tablas Monte, Cochabamba – Bolivia, participamos en instancias de reflexión en torno al desarrollo de la agroecología como herramienta fundamental en la construcción de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos. 

Asimismo, abordamos como eje de debate el rol de las mujeres en el proceso de transformación hacia una agricultura sin agrotóxicos, que fortalezca la soberanía alimentaria de nuestros pueblos en armonía con nuestra madre tierra. 

La crisis estructural y la lógica de devastación del sistema capitalista, que pone en riesgo la sobrevivencia de la naturaleza y de la humanidad en su conjunto; genera un sin fin de conflictos sociales, políticos, económicos, culturales, cambios climáticos y la crisis alimentaria que la sufre todo el globo terráqueo, entre otros. 

La necesidad que tiene el mundo industrializado de reducir su dependencia del petróleo, los ha llevado a buscar alternativas como los biocombustibles, que hoy se constituyen en una seria amenaza latente a la soberanía de los pueblos, ya que se deja de producir para alimentar al pueblo y se produce para sostener la demanda de este nuevo mercado. Sumado a esto la precarización del trabajo agrícola, por las injustas imposiciones de las transnacionales y la competencia desleal con trabajadores campesinos del primer mundo, fuertemente subsidiados por sus estados. 

Entendemos que las crisis alimentaria a nivel mundial, tiene como causa fundamental el modelo de producción agroindustrial capitalista. Modelo de producción agrícola, que se caracteriza por estar dominado por grandes empresas transnacionales que monopolizan la producción de los alimentos, la tenencia de la tierra, la utilización de semillas transgénicas, el monocultivo, la explotación intensiva y mecanizada de la tierra, la utilización de agrotóxicos que destruyen la madre naturaleza. Grandes empresas transnacionales dominan toda la cadena productiva, desde la producción hasta la comercialización, fomentando así, el agio y la especulación. 

Es por esta razón, que las grandes empresas transnacionales, ven perjudicial la presencia y la existencia de organizaciones indígenas y campesinas que plantean una alternativa sustentable a la producción capitalista en armonía con la madre tierra. Somos los y las campesinas e indígenas del mundo, los y las que producimos y garantizamos alimentos para la comunidad. Mientras que las grandes empresas transnacionales, que son parte del modelo de desarrollo capitalista del agro, priorizan el mercado, la producción de mercancías, la acumulación de riqueza y ganancia para unos cuantos y no así la soberanía alimentaria de la humanidad. Es por eso que reafirmamos la necesaria vinculación y articulación internacional y mundial, para luchar contra todas las manifestaciones del sistema capitalista. Y construir una alternativa real, desde nuestras comunidades, desde nuestra visión de mundo, a partir de lo que entendemos por la agroecología y la soberanía alimentaria, de nuestras familias, nuestra comunidad, nuestro país y los pueblos del mundo entero. 

La lucha de las mujeres bolivianas por mayor participación en espacios de decisión, reconocimiento y respeto de sus derechos; encuentran en la conformación del Estado Plurinacional de Bolivia una de sus principales conquistas. Sin embargo, dicha victoria no sentencia el final de sus luchas sino que constituye la plataforma sobre la cual nuestras organizaciones sociales deben plantearse nuevos retos de cara a la construcción de un mundo alternativo a la lógica capitalista. El 86% de las mujeres bolivianas desempeña trabajos en el área rural. Cifra que refleja la importancia de este sujeto social en la producción agrícola actual, así como en el proceso de transformación y consolidación de un modelo productivo que conquiste la soberanía alimentaria de nuestros pueblos en armonía con nuestra madre tierra. 

El capitalismo es el principal enemigo de la soberanía alimentaria de nuestras naciones. Las comunidades campesino-indígenas constituyen, desde la óptica capitalista, el mayor peligro para su plan de saqueo y mercantilización de nuestra madre tierra. La promoción e implementación de paquetes de agrotóxicos, semillas transgénicas, fertilizantes químicos; conforman estrategias del capital transnacional para fortalecer la cadena de dependencia a la vez que resultan una agresión a gran escala para nuestra madre tierra. La erosión de nuestros suelos, destrucción de su biodiversidad, proliferación de enfermedades en nuestras comunidades, recalentamiento global; son algunas de las consecuencias del modelo de producción agrícola capitalista. 

En este sentido creemos fundamental el despliegue de iniciativas que promocionen instancias de información y formación integral para el desarrollo de un nuevo tipo de producción que tenga como objetivo central la recuperación de los saberes ancestrales de nuestras comunidades construyendo una perspectiva de trabajo en conjunto con la Pachamama. Creemos indispensable impulsar acciones que nos permitan mantener soberanía sobre las semillas utilizadas en la siembra, concientizarnos en el uso racional del agua y acceder a obras hídricas que fortalezcan las agriculturas de nuestro pueblo. Toda acción impulsada por el Estado y/u organizaciones sociales en pos de consolidar la producción agroecológica, debe articularse con las comunidades campesinas, sus idiomas, prácticas culturales, nacionalidades. 

La presente jornada representa un espacio donde organizaciones de nuestra América y Europa intercambian experiencias de lucha y saberes, aportan a la unidad de nuestros pueblos, fortaleciendo la autodeterminación de nuestras naciones frente al saqueo de nuestros bienes comunes. En este sentido, afirmamos que el hostigamiento a nuestras comunidades campesino-indígenas, el desalojo de sus tierras y la consecuente acumulación por parte de capitales nacionales y transnacionales, la producción a gran escala de monocultivos con valor en el mercado global, la implementación de proyectos mega-mineros a cielo abierto que amenazan las cuencas hídricas; constituyen diferentes caras del capitalismo extractivista que oprime a nuestros pueblos, amenaza la soberanía alimentaria de nuestras naciones. 

Por último, expresamos nuestro compromiso y ponemos en marcha la Escuela Nacional de Agroecología a partir de los distintos aportes que hemos tenido como base fundamental para empezar este proceso, que no es una lucha local sino internacional contra los agrotóxicos y el modo de producción capitalista que tiene como base la mercantilización de la vida. Y con esto, teniendo en vista la formación de los y las campesinas indígenas originarios y los y las trabajadoras del mundo, promoviendo así la soberanía alimentaria de los pueblos.